sábado, 25 de julio de 2015

LA PASTORAL MINISTERIAL EN GRANADA







INTRODUCCIÓN

1. San Agustín, un modo concreto de pastoral ministerial.

Con frecuencia nos imaginamos a Agustín  sentado detrás de su escritorio, rodeado de pergaminos y ocupado en matizar sus escritos. Lo que se nos escapa es que, muchas veces, manifiesta en esos mismos escritos tener entre manos asuntos muy diferentes. Leyendo su obra podemos formarnos una idea acerca de su persona, sus ocupaciones y ambiente, su carácter, angustias y alegrías, sus ideales y decepciones.

De todas esas imágenes o fotografías quiero seleccionar algunas para hacer una exposición y contemplar cómo Agustín, buscando a Dios,  consagró toda su vida a los demás. Lo que llama la atención en toda su obra es el cuidado que tiene de las personas, las de cerca y las de lejos.

No es suficiente, sin embargo, exponer el cuidado de Agustín sólo a través de ejemplos. Interesa, sobre todo, descubrir las motivaciones de su actitud permanente de escucha y acogida. Una actitud que puede iluminar las profundidades de nuestra vida ministerial, y contribuir a que entendamos cómo la existencia humana puede ser esa antorcha en cuya llama prenden muchas candelas sin que se apague su luz. La vida entendida así corrige las leyes matemáticas, porque quien reparte el amor no sólo no lo pierde,  sino que lo acrecienta. Sin olvidar que la preocupación por los demás exige esfuerzo, sensibilidad y olvido de uno mismo.

El cuidado o la atención pastoral de Agustín se extendió a diferentes campos: el servicio ministerial, la asistencia a los pobres, el reparto de las riquezas de las Escrituras, la solicitud por la Iglesia, la atención a la comunidad, la unidad o el ecumenismo. Se situó ante este amplio radio de preocupaciones con una gran sencillez. Esta característica se percibe especialmente en su particular concepción de entender la misión pastoral; aunque se siente pastor, prefiere ser contado dentro del rebaño.

En la vida de Agustín se presentan situaciones y momentos en los que manifiesta un compromiso intenso con las personas de su entorno. Su teología no es una teología abstracta y descarnada. Para hablar a los hombres tiene primero que escucharles. Tener cuidado del otro llega a ser como su segunda naturaleza. Así entendió la función educativa cuando impartía clases de Retórica. Hará lo mismo en el círculo de sus amigos y, más tarde, cuando grupos de creyentes deseosos de conocer sus interpretaciones de la Palabra de Dios le presentan sus preguntas y solicitan su atención. Pero sus desvelos se centran, particularmente, en los pobres y desgraciados; en las personas que sufren la carencia de pan o de luz en su vida, los enfermos del cuerpo o del espíritu. Se trata de ser hombre para los demás siendo hombre con los demás: "Hombre soy; uno de tantos"[1]. Por otra parte, el cuidado del otro es la base de la idea de Agustín sobre la autoridad como servicio.

El diálogo tiene lugar entre personas que se comunican a través de palabras o de gestos. Es, de algún modo, un ejercicio de confianza que exige valorar a los demás y esperar de ellos la aportación de elementos que puedan contribuir al descubrimiento de la verdad. Por eso es importante escucharse unos a otros y ejercer un papel de moderación que facilite la palabra a unos y a otros. Agustín defiende la firme convicción de que nadie debe ejercer una función o ministerio en beneficio de sí mismo. La autoridad cristiana es servicial, fraterna, y hasta religiosa porque quien sirve al prójimo sirve también a Jesucristo. “Llevar la carga del otro es llevar la carga de Cristo mismo, cuyo yugo es liviano y cuya carga es leve”.[2]

Esta actitud de Agustín es sostenida por la oración. Vive su cuidado del otro con una confianza en Jesucristo y la exterioriza con gusto en cualquier momento. En definitiva, según Agustín, no somos nosotros como personas individuales quienes ponemos ese cuidado, sino Cristo operante dentro de nosotros. Cristo, servidor de todos, cuida de nosotros por nosotros; éste es el mensaje de Agustín. Como pastor quiere estar al servicio del único Pastor, quien, por la mano de sus servidores, nos conduce a los pastos verdes de la Palabra divina. Él es el Pastor auténtico que nos coloca en el buen camino y nos protege contra ladrones y lobos.

En su cuidado de los demás, la Sagrada Escritura le sirve como guía y prefiere dejarse conducir, en todo momento, por la palabra revelada. La finalidad de su cuidado es la liberación del otro de su aislamiento para que se integre en la comunidad. El mensaje evangélico es, pues, un mensaje que conduce a la alegría de lo comunitario. Una palabra imprescindible y esencial en la vida cristiana es el nosotros. El camino que lleva a Dios pasa por la fraternidad, por los hermanos. Se puede concebir al hombre sin Dios, pero es imposible concebir a Dios sin los hombres, porque no existe otro Cristo que el Cristo completo, -el Cristo total-, cabeza y miembros.

2. La recolección agustiniana, notas para una identificación pastoral.

Los primeros siglos de la recolección agustiniana, están muy marcado por la Forma de Vivir de Fray Luís de León. Se mantiene un carácter muy contemplativo siguiendo muy de cerca las pautas de esa Forma de Vivir. Casi todos los religioso vivían en conventos grandes, dedicados al culto divino, al estudio, al trabajo manual y al apostolado.
La cruz era el tema ordinario de la meditación matutina y presidía la desnudez de sus celdas. “En la cruz veían el mejor emblema de su espiritualidad, porque en ella resplandecen con brillo sin par la humildad, la pobreza y la abnegación que ellos perseguían”[3]
Un género de vida así parecía excluir o, al menos, marginar la actividad apostólica. Sin embargo la realidad fue muy distinta. Los recoletos nunca vieron incompatibilidad entre apostolado y vida común, entre ascesis y amor a los fieles, entre el retiro del mundo y su celo por quienes constituyen ese mundo. Los conventos tenían las iglesias abiertas al público y bien provistas de sacerdotes; y casi todos estaban ligados por acuerdos fundacionales a predicar la palabra de Dios y a administrar los sacramentos de la reconciliación y Eucaristía a los enfermos de la localidad e incluso a desplazarse hacia otros lugares. A través de asociaciones piadosas o cofradías, se dedicaban a la predicación fuera de los conventos, o incluso a tomar parte en diversas misiones populares.

Su apostolado seguía con fidelidad las formas y la metodología de la época. Pocas veces los recoletos adoptaron posturas elitistas o innovadoras. Veneraban la voz del magisterio y de la tradición, junto con una cercanía a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad.

La predicación de los recoletos casi siempre iba dirigida a la gente sencilla, con la que sintonizaban muy bien. Vivían cerca del pueblo, comprendían sus necesidades y procuraban llenarlas de una presencia cercana de Dios en el corazón de sus vidas.

Desde estos presupuestos, podemos comprender mejor la vida y el buen hacer pastoral de los dos conventos granadinos del Albaicín y de  Santa

Fé.


  1. EL APOSTOLADO MINISTERIAL EN LOS CONVENTOS DE GRANADA Y SANTA FE.

            El periodo comprendido entre 1621 y 1835 tuvo un marcado carácter conventual. La recolección necesitaba de la soledad y austeridad de los claustros para hacer más plena su identificación con el movimiento recoletos que nuestros frailes habían abrazado.  La vida de oración era el centro de los frailes que residían en el Albaicín y en Santa Fe.

El Capítulo VII de la Forma de Vivir  de los frailes agustinos descalzos dice: “No queremos que los frailes de estos monasterios salgan a enterramientos, ni a confesar, si no fuere a los enfermos; ni menos sean albaceas, neostestamentarios,  ni salgan a visitar sus deudos, ni amigos; solo el prior podrá salir y el procurador del convento y los que fueren a predicar”[4]. Sin embargo esta no fue la realidad. Varios de los conventos de la Antigua provincia se comprometían, a cambio de fundar, a predicar sermones y catequesis de adviento y cuaresma, predicar sermones en numerosos días festivos, atender a los confesonarios en general, y en particular a enfermos y moribundos, y también ayudar a los párrocos del lugar los domingos y festivos. Poco a poco se fueron aceptando más compromisos apostólicos, siempre que las necesidades llamaban a la puerta del convento.

·        Convento de Granada
La actividad apostólica en general tenía lugar dentro de la propia iglesia. Se celebraban con profundidad los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación. Se predicaba durante la Cuaresma fuera del convento, y se enviaban dos confesores los días más solemnes. También se enviaban a las Alpujarras religiosos a predicar novenas y sermones.
Las cofradías eran una de las principales actividades que tenían lugar dentro de la propia vida del convento y del culto que se llevaba a cabo en la iglesia. La más importante era la Cofradía del Santísimo Sacramento y Ntra. Sra. De Loreto. “Venérase en este convento una soberana imagen de Ntra. Sra. De Loreto, que obra muchos milagros, ofrecida de Pedro Antonio, vecino de esta ciudad, napolitano de nación, por haberle librado de una grave enfermedad esta Señora”[5].
Su origen se remonta al primer tercio del siglo XVII. Se trataba de una hermandad devocional y abierta, aunque su función cultual sufrió ligeras modificaciones.
Otras cofradías eran la de Ntra. Señora de la Caridad. Tal vez era la más antigua y hacía alusión a la Virgen de la Correa. “Esta imagen de gran devoción, ubicada sobre el sagrario del templo, en el lado de la espístola está el sagrario para el comulgatorio, y el nicho ocupado con la imagen milagrosa de Nuestra Señora de la caridad, que es de la cofradía de la correa”[6].
Otras cofradías eran la Congregación de san Guillermo y también la Congregación de Santo Tomás de Villanueva.

Convento de Santa Fe.
El 21 de mayo de 1617 tuvo lugar la fundación de este convento a petición de la ciudad, porque “estaba muy acrecentada, con mucha gente principal, una sola iglesia con tres canónigos que no predican ni dejan venir a otros”[7]. En otro lugar de nuestras crónicas nos encontramos que la ciudad “desea tener un convento de religiosos, que acudan al consuelo de los enfermos, a ayudar con su doctrina, particularmente a las confesión y sermones, que la dicha ciudad con el deseo que tiene de que se remedie necesidad tan precisa”[8]. A parte de esa dedicación, esta casa fue colegio de los estudiantes de filosofía y teología durante gran parte de su historia.

 Otro aspecto del apostolado de nuestros religiosos era la actividad en las propias iglesias. En todas ellas era continua la celebración de los sacramentos de la eucaristía y de la reconciliación. Además funcionaron en estos templos numerosas cofradías, entre
las que creo importante destacar la Cofradía de la Correa se instaló en Santa Fé. También la devoción a san Agustín, hizo que el culto con que honraban nuestros frailes al santo, la población le hiciera patrono de la ciudad, hecho que se mantiene hasta nuestros días.




2. LA PASTORAL MINISTERIAL EN LA IGLESIA DE  LOS HOSPITALICOS



  • Introducción.

“El 10 de febrero de 1899,y, a petición principalmente del Hermano Mayor de la Cofradía de la Paz y Caridad, fueron enviados por el P. Comisario General Iñigo Narro de los Padre Gregio Gil y Eugencio Galilea y fundaron la actual residencia, sita en la casa e iglesia del antiguo hospital del Corpus Christi, más conocida vulgarmente por el nombre de Hospitalicos  y que, después de haber servido para hospital de sacerdotes, la ocuparon con su residencia los Padres de la Compañía de Jesús por espacio de 17 años hasta que merced a una donación, pudieron edificar su nueva casa e iglesia en la Gran Vía.

A instancias del Conde de Antillón (Isidro Pérez de Erraste) Y el Arzobispo de Granada, D. José Moreno Mazón nos cedió la casa e iglesia y la Hermandad la parte que a ella le corresponde que es la situada en el antecoro y todo lo que desde allí da frente a la calle Elvira”[9] .

  • La pastoral de la Predicación.

La predicación fue la tarea principal de los religiosos en la comunidad de Hospitalicos. Siempre desde unas características que implican personas concretas y estilos también muy concretos. Predicación que se llevaba a cabo a través de homilías sencillas y también de grandes sermones, a veces con poco contenido bíblico-teológico, pero si con marcadas dimensiones apoyadas desde la devotio moderna. Según van pasando los años, la predicación de torna más serena y humana y más estrictamente religiosa.

Los sermones y las misiones  populares, llevadas a cabo por nuestros religiosos sobre todo durante la Cuaresma y a veces en torno a la fiestas de las patrones o patrones de diversas localidades, trataban de llevar a los fieles a la conversión del corazón y a la entrega total de sus vidas a Dios. Los temas principales eran: la escatología, el pecado, los mandamientos, la reconciliación y la Eucaristía.

            Poco a poco la predicación de los padres de Hospitalicos va adquiriendo importancia y reconocimiento. En 1902 predican en Sevilla, Ronda, Madrid Otura, Chauchita, incluso en Cádiz. En general son sermones de novenarios, tríduos, con motivo de fiestas patronales, y, en algún caso concreto, ejercicios espirituales a comunidades religiosas. A lo largo de los años,, fueron numerosos los lugares, sobre todo de Granada y del resto de Andalucía, donde los agustinos recoletas desarrollaron la labor de la predicación.

  • La Pastoral desde la Iglesia.

A partir de año 1909, cambia el escenario del ministerio de la predicación  de los agustinos recoletos de Hospitalicos. Se ve necesario dinamizar el apostolado desde el templo. Fueron numerosos los tríduos y novenas en honor a san José, al Santísimo Sacramento, de ahí el titular de la “Iglesia del Corpus Christi”, novenas a Santa Rita de Casia y a san Nicolás de Tolentino. La predicación de los santos de la Orden, irá teniendo una gran repercusión dentro de la ciudad de Granada y en las localidades de la Provincia. Todo esto dio  la luz los denominados “talleres de Santa Rita” y la Cofradía con la santa titular de Casia. También la Cofradía de san Nicolás de Tolentino, en cuyo desarrollo y en su estructura han encontrado lugar, vivencia y apostolado muchas personas. 

  • Las Cofradías y hermandades.


Aunque la veneración a la Virgen de la Consolación es antigua en los conventos Agustinos, esta Real Archicofradía, unida a la de la Sagrada Correa de San Agustín, se reorganiza cuando los Padres Recoletos reciben, en los primeros días de febrero de 1898, la administración de la iglesia del Corpus Christi, vulgo de los Hospitalicos, en la calle de Elvira, a instancias del Excmo. Sr. D. Isidoro Pérez de Herrasti y Pérez de Herrasti, Conde de Antillón, Hermano Mayor de la Hermandad de la Paz y Caridad, según aparece en el Libro 1º de Cosas Notables. Así mismo, en dicho libro, se indica que en el año 1905 se revitaliza la antigua que estaba establecida en el Convento de Nuestra Señora de Loreto, y cuyo primer título fue la de San Juan Evangelista, del Albayzín y que se perdió con la desamortización de Mendizábal en 1836, nombrando Junta Directiva. A finales de Agosto de 1906 aparece el anuncio de los cultos de la misma.

 “Desde el feliz regreso de nuestros queridos hermanos, los PP. Agustinos Recoletos, a esta ciudad de Granada en las postrimerías del pasado siglo, cualquier observador pudo  notar al resurgir glorioso de una antigua asociación mariana casi muerta, de que ellos se hicieron inmediatamente cargo: la Real y Pontificia Archicofradía de Ntra. Sra. de la Consolación y Sagrada Correa de S. Agustín, fundada y dirigida por nuestros antiguos hermanos, traída y llevada por distintas Iglesias, después de la exclaustración de los religiosos, afincada por último en la de nuestras hermanas, las Agustinas Recoletas de la Magdalena y mantenida a flote, aunque con vida lánguida, por el esfuerzo de aquel benemérito Sacerdote granadino, amparador de toda obra buena, celoso propagandista de las glorias de María y amantísimo de todas las Órdenes religiosas, D. Manuel Arcoya.”[10]


Los principales cultos se realizaban a finales de agosto para festejar el día que la Iglesia dedica a San Agustín, el 29 de Agosto. Estos cultos comenzaban, a principios del siglo, con una novena que se iniciaba el 24 de ese mes y finalizaba con una función dedicada ante el altar de su “patrona”, la Virgen de la Consolación el primer domingo de Septiembre, en la que se ganaban indulgencias. Al finalizar la función se celebraba una procesión, que unas veces discurría por los claustros del convento y otras, por los alrededores de la iglesia y que terminaba con una vela a la Virgen.


Aparte de estos cultos anuales, los cofrades de La Virgen de la Consolación y de la Sagrada Correa de San Agustín celebraban cultos los últimos días de todos los meses.


Las imágenes de la Virgen de la Consolación y de San Agustín que veneraba la Archicofradía, actualmente se encuentran en sus primitivos altares situados a la derecha y a la izquierda del crucero de la iglesia del Corpus Christi (Hospitalicos). Las imágenes de la Virgen de la Consolación y de San Agustín se encargaron al valenciano Francisco Font Blanch en 1900 y al joven, entonces, escultor, José Navas Parejo en 1905, vecino de la iglesia, respectivamente.


En el año 1911 se funda la Hermandad Sacramental del Divino Pastor, así como la Pía Unión de las Almas que tiene como Patrón a San Nicolás de Tolentino.


La Archicofradía ha mantenido los cultos de manera regular y continuada hasta finales de los años 60 del pasado siglo XX. Manteniéndose desde entonces el culto con un menor número de hermanos continuando en la actualidad el mismo a cargo de los religiosos residentes del Convento del Corpus Christi (Hospitalicos) y de un reducido número de seglares que a fecha de hoy participan activamente en los cultos y actividades manifestando su devoción y ternura al Santísimo Sacramento del Altar, a Nuestra Señora de la Consolación y a Nuestro Padre San Agustín.

  • El culto a Santa Rita de Casia y los talleres de Caridad.

Fieles a la tradición asociativa de los laicos, los agustinos recoletos fomentaron además nuevas congregaciones en la Granada del primer tercio del Siglo XX.

Así ocurre con los talleres de Caridad de Santa Rita, de corte eminentemente social, como también lo fueron, con un marcado carácter espiritual y devocional, la Orden Tercera, la Archicofradía anteriormente citada de la Consolación, la Pía Unión de san Nicolás en 1911, tributando culto a las almas benditas del Purgatorio, la Cofradía del Buen Pastor (1911) o la Adoración diurna al Santísimo Sacramento integrada por mujeres piadosas.

Pero  no faltaron nuevas propuestas, abiertas a realidades y sensibilidades sociales, Tal es el caso de la Legión de María, el Movimiento Familiar Cristiano y el apostolado de los presos.

Santa Rita es sin duda, la devoción que más calor adquiere en el fervor popular. En la antigüedad, la Santa presidió una congregación que dio origen al Monte de Piedad, (posteriormente caja de ahorros).

En 1905 se funda la Archicofradía de santa Rita de Casia y Clara de Montefalco. Culto público y privado de aúnan en esa masiva aceptación popular. Las visitas domiciliares a Santa Rita, bajo la forma de coros familiares, ayudaron a difundir la devoción, al igual que los solemnes cultos tributados a la Santa en el mes de mayo.

            Los talleres de Santa Rita dieron buenos resultados en aquellos tiempos. Los talleres proliferaron en Granada, hasta 12, en muchos pueblos de la Vega, del Valle de Lecrín y otras comarcas granadinas.

            En la actualidad, la Cofradía de Santa Rita, mantiene los cultos a la Santa, y trata de llevar a cabo una importante labor social. Colabora con la ONG Haren Halde, y de esta manera lleva a cabo su importante labor social, complementado la labor cultual y devocional que posee.

La Orden tercera de san Agustín.

Nace del deseo de introducir en la sociedad española la figura del santo. El primer paso fue a través de la Archicofradía de la Consolación, más tarde mediante la celebración de misas ante el altar dedicado al santo. Desde 1917 la Imprenta Santa Rita había publicado un catecismo del Terciario, obra del Padre Pedro Fabo, y en 1919 se publicó  un breve manual para los miembros de la Orden Tercera. En 1918 se fundaba en Granada y en 1920 en Monachil. Se reunían los cuartos domingos de cada mes, y se terminaba con la procesión de la Virgen de la Consolación claustral. En 1955 se trata de adaptar a los nuevos tiempos. A mediados de los años 80 se da ya por desaparecida.



CONVENTO DE MONACHIL

En convento de Monachil, cuyo I Centenario se celebró el año 2012, ha visto nacer importantes proyectos y actividades pastorales en el transcurrir de los años. Los religiosos que allí han vivido, han dejado una huella imborrable de celo pastoral y entrega a las gentes sencillas del Barrio. Siendo una casa destinada casi siempre para la formación, ha sabido conjugar los aspectos contemplativo- comunitario y apostólico desde una perspectiva unitaria y sin llevar cabo rupturas o cambios que dificulten la realización de una acción pastoral.

            El culto y la devoción a los santos de la Orden, van a ser las primeras expresiones carismáticas de la pastoral de aquellos primeros frailes del convento. El 5 de octubre de 1919, se coloca el primer altar lateral de la iglesia del convento dedicado al Corazón de Jesús, obra de Navas Parejo. El P. Eugenio Cantera llevó a cabo una  elocuente predicación: “quien lo hizo con palabra caldeada en su ardiente amor a dicho corazón”[11] .

El día 23 de noviembre de ese mismo año, se erigió canónicamente la Archicofradía de Ntra. Sra. De la Consolación, con 12 cofrades. El 20 de enero de 1920 se crea la Venerable  Orden Tercera de Nuestro Padre san Agustín, siendo el primer director espiritual el P. Celedonio Mateo. Años más tarde se hizo una nueva erección canónica de la Hermandad de la Orden tercera Seglar el 16 de octubre de 1955. Fue nombrada director espiritual el P. Esteban san Martín Landa.  El convento contaba ya con dos pilares apostólicos importantes, y que marcaban la espiritualidad de aquel tiempo: La Cofradía de la Consolación y la Orden Tercera.

            El 17 de marzo de 1920 se bendijo solemnemente una imagen de san José. En el año 1925, se decide por una junta de vecinos que el patrono del Barrio sea san José el día 19 de marzo. Ese mismo día sale en procesión san José con la imagen de la Virgen Inmaculada. Participaron más de 4000 personas. Fue tan importante la devoción a san José, que en el año 1989 se crea la hermandad de san José que se denominará Hermandad de san José y María Inmaculada Madre del redentor.

En el año 1925 se inauguraron las escuelas del Barrio y los frailes tuvieron  una presencia importante en ello, lo cual alegró mucho a los habitantes del Barrio por su apoyo a incrementar la cultura y contribuir a la formación humana y cristiana de los niños. Se estableció un centro de catequesis con una participación media de unas cien personas.

La guerra civil crea una serie de desconciertos e incertidumbres. También inestabilidad a la hora de llevar a cabo con rigor los proyectos anteriormente encomendaos.

Después de la Guerra, vuelven a resurgir todas las actividades pastorales establecidas desde el convento. Se celebra con gran solemnidad el mes de mayo dedicado a la Virgen María y el de junio al Corazón de Jesús. También merecen especial atención las celebraciones de la semana Santa, destacando mucho la solemnidad y la profundidad de  las mismas. También los ejercicios espirituales constituyen un importante medio de acción y evangelización.

Durante los años 1939 al 1962, años de crisis económica y de gran escasez, se atendió a las familias más necesitadas del Barrio. Se organizaba una comida diaria entre varias personas que luego se distribuía entre las familias más pobres.

La devoción a Santa Rita de Casia, fue creciendo de día en día. En el año 1914 se traslada la imprenta a Monachil, y en 1925 se construye el altar de la santa. Desde ese momento comienza una sincera devoción que se ha mantenido hasta nuestros días. Cobra especial importancia la Revista Santa Rita y el pueblo cristiano, y su difusión llega a miles de personas de toda España.

La devoción mariana se intensifica notablemente. Merece especial atención el año mariano de 1954 con una serie de conferencias, novenas, y la clausura con el Rosario de la Aurora el día de la Inmaculada Concepción. Desde entonces se celebra el Rosario de la Aurora en la madrugada del día de la Purísima, 8 de diciembre, y en la madrugada de la fiesta de san José.

El convento de Monachil dio a luz un movimiento de pastoral juvenil y de adolescentes: los juniors y los seniors. Surgen por iniciativa de algunos religiosos, entre ellos el P. Jesús Cerezal. Eran dos asociaciones de jóvenes, de tipo cultural y recreativo. El. P. Marcelino Alvarez se hizo cargo más tarde. Las actividades culturales y recreativas eran acompañadas con reuniones  y catequesis para acompañar la vida de los jóvenes.

Por último es importante destacar que en el año 2006, a finales del mismo, se crea la Fraternidad Seglar Agustino recoleta. Impulsados por el P. Javier Hernández, un grupo de 40 personas, deciden dar el paso se constituye la fratenidad seglar. En la actualidad tiene una importancia muy grande en la vida del convento y en el apostolado. Colaboran con la comunidad  no solo en la participación en los actos litúrgicos, sino también en la vida y acontecimientos que tienen lugar en la vida de la comunidad y en el Barrio.

IGLESIA DE LA VICTORIA. MOTRIL

            En 1899, los agustinos recoletos se instalan en el antiguo convento de los Mínimos en Motril. Tras la cesión de la Iglesia de la Victoria en mayo de 1899, los agustinos recoletos comienzan a adecentarla con la ayuda de varias familias motrileñas. Así erigen dos altares de estilo plateresco que proceden de la antigua iglesia que los franciscanos levantaron en las cercanías de la Palma. En ellos se dará culto a la Virgen de la Consolación y a san Nicolás de Tolentino.

Los frailes instituyen la Archicofradía de Ntra. Sra. De la Consolación y Sagrada correa, siguiendo las directrices de la diócesis granadina. Fue erigida canónicamente el 27 de septiembre de 1899, siendo expedido el título por el P. General de la Orden, Fr. Tomás Rodríguez.

            El apostolado de la oración en honor del Sagrado Corazón de Jesús, refuerza también su presencia en Motril. Los frailes fomentan su culto reuniendo a los fieles en primer domingo de mes para exhortarles al crecimiento en la fe a través de charlas y demás actos devocionales. Se adquiere una imagen y se le da culto con gran solemnidad.

            La Cofradía de Santa Rita, de gran tradición en Granada, es instituida igualmente de forma oficial el día 2 de junio de 1902. Se le rinde culto todo los días 22 de cada mes. Posteriormente, con fecha de 31 de mayo de 1909 y por disposición pontificia, la cofradía es modificada y pasa a denominarse de Santa Rita de Casia de y Santa Clara de Montefalco.

            Los talleres de santa Rita se fundan en Motril bajo la iniciativa del P. Teórico Garnica el 24 de noviembre de 1908. “Los religioso de dicha orden aquí residentes, y entre ellos el P. Teófilo Garnica, proyectaron el año anterior la creación de los referidos talleres. Apenas lanzada la idea, fue acogida en Motril con entusiasmo, pues nuestro pueblo está siempre dispuesto a ejercer la caridad a poco que se le excite”[12].

            En la actualidad, la Iglesia de Ntra. Sra. De la Victoria, se ha convertido en un verdadero centro de espiritualidad agustino recoleta. La labor ministerial de los religiosos es muy valorada y reconocida por los habitantes de la ciudad. Son muchas las horas de atención al confesionario,  las que hacen del templo un lugar donde se siente con fuerza el Espíritu Santo. La presencia de los religiosos refuerza el carácter devocional del templo. La imagen del Santísimo Cristo de la Salud, situada en un altar a la entrada del templo, marca el devenir de miles y miles de motrileños que acuden a venerar y orar ante la imagen del Cristo. Junto con la Virgen del Mayor Consuelo, constituyen una hermandad de Penitencia, que procesiona en la tarde-noche de cada miércoles santo. Según los datos que figuran en el artículo de Domingo López sobre la historia de la Semana Santa motrileña, la escultura es de un “autor desconocido, adquirida por una familia motrileña  del Cristo de la Salud de Santa Fe, Granada, y donado a la iglesia.[13] La Cofradía fue erigida en el templo en 1966.

            También hay que destacar otra Cofradía dentro de la iglesia de la Victoria: La sagrada oración en el Huerto y María Santísima de la Victoria.


LA PARROQUIA DE SAN  JOSÉ EN EL BARRIO DE MONACHIL.  (1990-2006)

En octubre de 1912 se funda y comienza a vivir la primera comunidad agustino recoleta en Monachil, que ha sido a lo largo de muchos años casa de formación de seminaristas. La iglesia del convento dedicada a nuestra señora del Buen Consejo y consagrada el 2 de julio de 1918, ha estado durante muchos años abierta al servicio de la fe de los cristianos de los alrededores del convento. La iglesia está abierta al culto diario y de forma especial los domingos, el día del señor, y en ella se han celebrado las fiestas de san José, de santa Rita, bodas, bautizos, funerales, etc.

El año de 1990, se erige la nueva parroquia bajo la protección de San José y Mons. Don José Mendez Asensio, Arzobispo de Granada, la entrega oficialmente a nuestra Orden en la festividad del titular. el relator del año en curso en el boletín oficial al hablar de la creación de la parroquia nos dice que “ se esperaba, se anhelaba, se estaba dispuesto, se necesitaba”[14] .

Estas expresiones revelan el sentimiento interno de la comunidad. En este tiempo el convento es seminario menor y la iglesia capilla del Buen Consejo, está más abierta al público. la parroquia ha sido acogida  por toda la comunidad y por los fieles con verdadera alegría, entusiasmo y ganas de construir una parroquia. para comenzar el complejo parroquial se han habilitado las antiguas escuelas en el centro del barrio, y una de las salas de los alumnos sirve de templo parroquial hasta que llegue la construcción del nuevo templo.

El año 2006, después de realizado el Capítulo provincial de nuestra provincia de santo Tomás de Villanueva y con la llegada de los seminaristas de filosofía y teología desde Argentina y de Burgos a Monachil, se pretende continuar con la parroquia interesando aún más porque sería un posible campo de acción apostólica de los propios teólogos seminaristas, y el Prior provincial al avisar de los cambios, incluido el del párroco, y proponer que la parroquia sea administrada “ in solideum” al Arzobispo de Granada, D. Francisco Javier Martínez, éste decide tomar por su cuenta la administración de la parroquia.

LA PARROQUIA DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA EN GRANADA
 (1975)

El colegio Santo Tomás de Villanueva abrió por primera vez sus puertas en el año 1967, y a lo largo de los años ha ido incrementado el número de alumnos, el edificio ha sufrido constantes reformas hasta adaptarlo a toda la etapa preparatoria para el acceso a la universidad.

A finales de 1974 la población de los alrededores del colegio ha crecido sustancialmente, lo que da  la posibilidad de abrir nueva parroquia para atender pastoralmente la zona. Esta situación se llevó a conocimiento del entonces arzobispo, mons. Emilio Benavent Escuín, que no solamente aceptó, sino que nos propuso también abrir nuevas parroquias en el Barrio de Monachil y en la casa de Motril, que en su momento no se aceptaron.

La erección de la parroquia y la toma de posesión de su primer párroco se hicieron públicas y de forma solemne el día 19 de marzo de 1975. El decreto de la erección estaba firmado el día 1 de enero de 1975[15]. El complejo parroquial desde su fundación hasta el día 10 de octubre del 2000 ha sido la infraestructura del colegio santo Tomás de Villanueva. a partir de esta fecha, la parroquia tiene nuevo complejo parroquial en un terreno, cedido por la Diócesis de Granada en propiedad. entre el apostolado y el dinamismo de la comunidad, en los primeros años, destacamos los cursillos de cristiandad, la catequesis, con aproximadamente 300 niños, varios grupos de jóvenes, grupos de matrimonios, y las visitas domiciliares que tuvieron en su época un tinte claramente misionero o, también llamadas, misiones populares. los grupos de matrimonios y los fieles que participaron de los cursillos de cristiandad originan la Fraternidad seglar agustino recoleta, que, por muchos años, sus miembros han asumido muchas actividades apostólicas en la parroquia y han dado un dinamismo a la comunidad llena de vida, de fe y de esperanza.

Con la inauguración del nuevo complejo parroquial el 10 de octubre del año 2000, comienza una nueva etapa en la evangelización.  En la actualidad, la parroquia dinamiza toda su acción pastoral a través de los diversos grupos y movimientos que posee. La catequesis de infancia y adolescencia, acoge cada año a más de 140 niños y adolescentes que provienen de los centros educativos de Fuentenueva, Instituo P. Manjón y La Compañía de María, principalmente. La catequesis familiar, de reciente creación, ocupa un lugar destacado, donde la participación de padres e hijos se hace cada vez más patente. También Cáritas parroquial ofrece una importante dimensión social y de promoción de la persona. De lunes a viernes permanece abierta para atender las diversas demandas: alimentos, ropero, talleres de promoción, atención personalizada, bolsa de trabajo, voluntariado de apoyo al estudio de los niños y adolescentes.

La Fraternidad seglar agustino recoleta ocupa un papel muy importante dentro de la pastoral. Está formada por cuatro que se integran en ámplio campo de pastoral parroquial. De lunes a viernes participan de sus reuniones y momentos de oración. Los domingos de una manera especial en la liturgia vespertina con el canto de las Vísperas y la adoración al Santísimo. La pastoral de enfermos, la pastoral de los alejados, los mayores, los diezmeros, grupo de matrimonios “Hogares nuevos”, Vida ascendente, Club de Tiempo libre, Escuela de Monaguillos… Son muchos los grupos y actividades que la parroquia ofrece en estos momentos a la iglesia y sociedad granadina,



PARROQUIA DE SAN JOSÉ EN MOTRIL

La presencia de los agustinos recoletos en motril se remonta al 5 de mayo de 1899 cuando el Arzobispo de Granada, Mons. José Moreno Mazón nos cedió la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en la cual desarrollaron un intenso apostolado a lo largo de los años con énfasis y prioridad a favor de nuestras asociaciones agustinianas: Archicofradía de la Consolación (1899), apostolado de la Oración (1900), los talleres de Santa Rita de Casia (1902) y la fundación de la Orden Tercera (1919). El apostolado dio origen a dos centros educativos: el Colegio de San Agustín (1955) y la Escuela Profesional Virgen de la Cabeza (1964). Actualmente, forman un solo colegio con el nombre de san Agustín.

El Arzobispo de Granada, Mons. José Méndez, manifestó aprecio por los agustinos recoletos y consideraba que podrían asumir algunas parroquias, en concreto una parroquia en Motril y otra en Monachil. en este momento y en virtud de los religiosos que formaban ambas comunidades no se consideró conveniente asumir el apostolado ministerial parroquial, por cuestión de la observancia religiosa (principalmente en Monachil) y porque el compromiso parroquial sería una responsabilidad más que podría comprometer el buen funcionamiento de los apostolados y de la enseñanza en motril.

En el año 1989, el Prior Provincial solicitó formalmente al Arzobispo de Granada la creación de una nueva parroquia en Motril, que se confiase a la Orden y cuyos límites incluirían nuestra comunidad con la posibilidad de ser nuestra iglesia, ntra. sra. de la Victoria, sede de la nueva parroquia. el deseo de los religiosos, es que esta iglesia de nuestra señora de la victoria sea elevada al rango de parroquia, después de tantos años de apostolado y de los muchos fieles que permanecen y reciben actualmente atención espiritual en ella. Sin embargo esta petición encuentra oposición en algunos sectores del clero diocesano de y miedo a perder feligresía.

Para el Arzobispo y el clero es necesaria la creación de una nueva parroquia a fin de absorber las personas que están llegando de las localidades cercanas a Motril y de otros lugares. Con esta finalidad el Arzobispo D. José Méndez erige la nueva parroquia de san José en un barrio nuevo, lejos de nuestra residencia, el 14 de diciembre de 1990, y la entrega a la Orden. La entrega oficial y toma de posesión del primer párroco se realizó en la misa presidida por D. José Méndez, Arzobispo de Granada, el 10 de febrero de 1991.

Los años han pasado, los arzobispos se han cambiado, pero el deseo de convertir nuestra iglesia de la victoria en parroquia no se ha realizado y el fervor por este anhelo se ha disipado..

CARACTERÍSTICAS DE  LA TAREA MISIONAL DE NUESTRAS PARROQUIAS E IGLESIAS EN GRANADA.

1) El servicio a la Iglesia. es una característica esencial de nuestra espiritualidad, recogida en nuestras Constituciones y en nuestro ideario de Pastoral Agustino-Recoleto,[16].

Las comunidades Agustino-Recoletas con ministerio pastoral parroquial han vivido un fuerte sentimiento de unión y pertenencia a la Iglesia. a nivel parroquial se traduce constantemente en mantener una buena relación y unión con los Obispos. Son muchos los que nos han ayudado y nos han confiado parroquias por aprecio y estima.

La elección de algunos miembros de los Agustinos Recoletos de nuestra Provincia para el ministerio del episcopado, manifiesta una vez más el elevado concepto de la iglesia con la provincia.

2) La fidelidad a la Iglesia y a la misión encomendada.

El pastoreo de la pequeña porción del pueblo de Dios en las parroquias. no se han escatimado esfuerzos por cumplir con nuestros compromisos y honrar a quienes depositaron en nosotros tal confianza, “ pues si somos generosos, Dios también lo será con nosotros”[17]. Esta fidelidad al rebaño del Señor en nuestras parroquias se ha hecho posible porque es la comunidad que asume las actividades y todos nos sentimos corresponsables en la misión.

3)  La dedicación, atención y presencia de nuestros religiosos en la administración de las parroquias, hay credibilidad y confianza, pues hay presencia y entrega. Los agustinos recoletos, ha lo largo de estos años, hemos sabido estar con el pueblo de Dios, sobre todo al lado de los más necesitados. Prueba de ello siempre ha sido la preocupación por los más enfermos, y por aquellos que carecen de los recursos básicos para vivir. Esta siempre ha sido una impronta pastoral nuestra. 

4). Inserción en los planes pastorales de la diócesis. Como agustinos recoleto hemos mantenido siempre nuestras devociones propias, nuestras tradiciones, nuestro estilo comunitario de vida y  nuestra forma de acercarnos a los fieles.  Siempre hemos estado atentos a los planes pastorales de la diócesis y se ha tratado de conjugar de una manera armónica y coherente, la pastoral diocesana junto con nuestras propias devociones y tradiciones.

5). Nuestra identidad agustino recoleta.  Nuestras parroquias han mantenido siempre la devociones y tradiciones de la Orden. En primer lugar, dentro del ámbito de la predicación y la catequesis, no podemos olvidar la espiritualidad agustiniana, con referencias continuas a san Agustín, a Santo Tomás de Villanueva y a otros santos de la Orden. También están presentes los talleres de oración agustiniana, los ejercicios espirituales y sobre todo una riquísima labor homilética donde nunca faltan los acentos más puramente agustinianos.

Las devociones más extendidas han sido las que se refieren a la Virgen de la Consolación. La Archicofradía se extiende por las tres casas más antiguas: Hospitalicos, Monachil y Motril. Permanecen aun vivas, si bien el número de cofrades es reducido o apenas existen ya. En las parroquias actualmente vigentes, se mantiene dicha devoción principalmente con el canto de la Salve todos los sábados y con las novenas y culto a la Virgen de la Consolación. En Monachil se mantiene la procesión claustral de la Virgen cada cuarto domingo.

Otras devociones están vigentes: Santa Rita, sobre todo en Monachil, Hospitalicos y Motril. San José también en Motril, y Santo Tomás de Villanueva y Santa Magdalena de Nagasaki en la Parroquia de Santo Tomás.

La piedad popular granadina, ha ganado terreno también en nuestros templos con la aparición de nuevas cofradías. En Motril, la Cofradía del Santísimo Cristo de la Salud  la Virgen del Mayor Consuelo. También la Cofradía de la sagrada oración en el Huerto y María Santísima de la Victoria. En la Parroquia de Santo Tomás  la devoción al Cristo de la Paz, ha ido creciendo en fervor e intensidad. En el Vía Crucis Penitencial del año 2014 participaron más de 600 fieles en el cortejo procesional por las calles del Barrio.

Mención especial hay que hacer de la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta. Hoy está presente de una manera muy numerosa y consolidada en la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en Monachil, en Motril y se está creando también en Hospitalicos. También las Madres Mónicas, presentes en Monachil y en Motril.

Dentro de la pastoral juvenil, hay que destacar la importante tarea de las Juventudes Agustino Recoletas, que si bien pertenecen al Colegio Santo Tomás, realizan sus encuentros y reuniones en la parroquia. Es un reto importante para el futuro el que estén presentes también en Otros ámbitos parroquiales y ministeriales de Granada,.

6) La formación de las parroquias en comunidad, comunidades o comunidad de comunidades, donde la comunión es un elemento importantísimo. tal vez sea éste uno de los rasgos carismáticos, exigido por nuestro ideario y que aún se puede mejorar mucho.

7). la dimensión caritativa.  En un himno medieval se llama a Agustín Pater Pauperum, Padre de los pobres. Su amigo y primer biógrafo Posidio ofrece este testimonio: "Nunca olvidaba a los compañeros en su pobreza, socorriéndoles de lo que se proveían él y sus comensales, esto es, o de las rentas y posesiones de la Iglesia o de las ofertas de los fieles"[18]. La distinción entre el amor a Dios y el amor al prójimo no tiene lugar en san Agustín. Si Dios se ha encarnado en el hombre, el amor a Dios debe encarnarse en el amor al hombre. “No tenemos nada que podamos dar a Dios, pero sí podemos dar algo al prójimo” [19]Agustín era en esto muy práctico y consecuente, y “al final del año ordenaba que le presentasen los libros de caja para tener una idea sobre los ingresos y salidas y deshacerse así de toda acumulación”[20].

Agustín, a la vez que desechaba toda manifestación de ostentación,  consideraba el cuidado de los pobres más importante que la ornamentación litúrgica. En relación con esto, Posidio anota: "A fin de año, le recitaban el balance, para que conociese las entradas y salidas y el remanente en la caja ). Cuando estaban vacías las arcas de la iglesia, faltándole con qué socorrer a los pobres, luego lo ponía en conocimiento del pueblo fiel. Mandó fundir los vasos sagrados para socorrer a los cautivos y otros muchísimos indigentes, cosa que no recordara aquí, si no supiera que va contra el sentido carnal de muchos"[21] Así imitaba el ejemplo que Ambrosio había dado en Milán.  Inspirado también por Ambrosio, predicaba con frecuencia sobre el deber de cuidar a los pobres y marginados.

De ahí que nuestras parroquias y centros ministeriales hayan siempre mantenido una estrecha colaboración con las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad, y hayan encontrado cauces diversos para vivir plenamente la caridad y la solidaridad cristiana. Una solidaridad que se pone de manifiesto en una clara opción por la promoción humana y por el acompañamiento de las personas y familias más desfavorecidas.

8) la promoción del laicado. en este sentido, se camina en unión con la iglesia, por la promoción de un laicado corresponsable de las comunidades parroquiales. Es un reto y a la vez supone una serie de conquistas positivas para nuestras comunidades y los centros de acción pastoral. La presencia de las Fraternidades Seglares, de las JAR, de las Cofradías, de la ONG Haren Halde, entre otros, está haciendo posible que los seglares formen parte importante de nuestro ser agustino recoletos, y acompañen todas nuestras actividades y proyectos desde una realidad global que hace posible el sentirse familia agustino recoleta.

CONCLUSIÓN. SEAMOS LUGAR PARA EL SEÑOR

Afirma san Agustín de forma concisa en su comentario al Salmo 131: "Tú tienes que ser un lugar para el Señor. Sólo aquel que cumpla lo que enseña y dé en realidad un buen ejemplo, llega a ser junto con aquel a quien instruye un lugar para el Señor"[22]  Y entonces destaca lo que él considera muy importante para la vida ministerial: "Dejemos nuestros bienes propios. O si no somos capaces de dejar nuestros bienes, al menos dejemos el apego a ellos, para preparar de esta forma un lugar para el Señor"[23]

Cuál es la característica de un trabajo pastoral sin condiciones? ¿Es trabajar con un horario prolongado? ¿Es centrar la atención en los intereses individuales? Todo lo contrario, es ocuparse de los intereses ajenos y no de los intereses propios. El interés del otro siempre está ligado, en san Agustín, al interés de Cristo. Un buen termómetro para medir la vida comunitaria es preguntarse si la preocupación por los demás es verdadera o, por el contrario, es una forma de simulación o de imposición.
La obra de los agustinos recoletos en Granada, creo que se ajusta muy bien a lo que el santo Obispo de Hipona trató de reflejar en su vida. Una obra y una misión que a lo largo de los siglos da fruto y lo seguirá haciendo ya que es obra de sus manos.




[1] S. 232,2
[2] Conf. X,36,58
[3] Pablo PANEDAS, “el carisma en el sello agustino recoleto”, en Recolletio 13 (1993) 5-44
[4] LUIS DE LEÓN, fray.” Forma de Vivir de los agustinos recoletos descalzos”, Cap 7, 1
[5] HENRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco, Anales de Granada, Granada 1934, vol I, p. 240
[6] JESÚS, Fr. Pedro de,  p. 55 Templo nuevo de los agustinos descalzos… Granada 1695, p.55.
[7] Historia general de la Orden de Agustinos Recoletos Madrid 1664, Vol. I pag 524.
[8] Historia general de la Orden de Agustinos Recoletos Madrid 1664, Vol. I pag 525.
[9] Libro de Cosas Notables, hospitalicos, 1899, 1-2
[10] Discurso-Memoria sobre la Venerable Orden Tercera de San Agustín en el quinto aniversario de su fundación en Granada Monachill 1923, Pag. 12
[11] Libro de cosas notables, Monachil. pp 23.
[12] Vida Nueva, nº 636, Motril, 25 de Mayo de 1909.
[13] VV.AA., Semana Santa en la provincia de Granada, Granada 1991, 343.
[14] OLALLA DEL RÍO, Sebastian, “ seminario ntra. sra. del Buen Consejo (Monachil)”, en Boletín de la provincia de santo Tomás de Villanueva, num. 532, Santa Rita (Monachil) 1991, pp. 73.

[15]  “ Decreto para la erección de nuevas parroquias en la ciudad de Granada
y rectificación de límites en Granada y Motril”. En Boletín Oficial Eclesiástico de
las Diócesis de Almería, Granada, Guadix-Baza, Jaén, Málaga, num. 1, 1975,
pp. 52-53.
[16] Cf. ORDEN DE AGUSTINOS RECOLETOS. “ Ideario de Pastoral Agustinorecoleto.
Roma, 2008, IX, 43-45, pp. 31-32

[17] S. 182, 3
[18] SAN POSIDIO Vita Aug. 23
[19] S. 91,7,9
[20] SAN POSIDIO Vita Aug. 24
[21] SAN POSIDIO Vita Aug. 26
[22] En. Ps. 131,4
[23] En. Ps. 131,6.

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